Algunas consideraciones




La motivación del alumnado depende de sus necesidades comunica­tivas y de su percepción de la sociedad de acogida. Suelen mostrar una gran motivación al comienzo de las clases debido a la necesidad de comunicarse en el nuevo país. El interés puede variar a lo largo del curso si las clases no responden a sus expectativas. No tienen la misma motivación los que manifiestan su intención de permanecer temporalmente en el país, que los que desean quedarse. Los primeros, cuando perciben que pueden comunicarse de forma básica, dejan de asistir a las clases.
También influye la edad de aprendizaje en los más jóvenes el proceso sorprende por su facilidad y rapidez, el deseo de comunicarse es mayor; en los adultos suele ser más lento y con enormes diferencias individuales. Además, las trabas que el adulto pueda establecer respec­to a la sociedad de acogida y la preocupación creciente por la opinión ajena (sentido del ridículo más acusado en los adultos), puede provocar que la producción pierda en espontaneidad, volviéndose más controla­da y reducida. En el aula debemos impulsar la comunicación, pero no dejar de prestar atención a los aspectos formales, ya que un habla dis­torsionada puede ser también un elemento de segregación. Los errores que aparezcan podrán trabajarse en momentos concretos, diferentes a la emisión de los enunciados, prestando especial atención a la conso­ lidación de estructuras deficientes. Para ello ayudarnos de grabaciones de vídeo y sonido de sus producciones orales es de gran ayuda. Cuando hablamos prestamos más atención al significado que a la forma. Los errores responden a un análisis equívoco del sistema que se está cons­truyendo. El alumno necesita comprobar y contrastar para desechar o fijar según el grado de adecuación de sus producciones.







Al analizar los errores que cometen los inmigrantes adultos se apre­cia la importancia de su lengua materna y lo que se ha denominado como “interlengua”, competencia transitoria en el dominio de la nueva lengua; constituida por influencias, principalmente, de la lengua ma­terna y, en menor medida, de otras lenguas en las que sea competente, la propia lengua de estudio e incluso características propias de cada individuo. En esa interlengua de nuestros alumnos aparece, entre otras características, la variabilidad (las interlenguas son cambiantes, no existe un estilo único. Muchas producciones de la interlengua no están sujetas a la aplicación de reglas fijas, sino que responden al propio proceso de aprendizaje, además cada individuo puede utilizar reglas diferentes); la fosilización (paralización en la evolución de la interlen­gua en alguno de sus componentes. Suele dejar de evolucionar cuando se ha alcanzado un nivel comunicativo que permite satisfacer unas necesidades básicas); la regresión voluntaria (reaparecen elementos o estructuras erróneas de etapas precedentes aparentemente superadas. Suele suceder cuando el inmigrante se enfrenta a temas nuevos o difí­ciles); y la transferencia (en la interlengua aparecen reglas procedentes de   su lengua materna, por ejemplo usos de género incorrectos en la lengua de aprendizaje por influencia de la lengua de origen).




LAS COMPETENCIAS BÁSICAS

COMPETENCIA EN COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA
·        Lenguaje como instrumento de comunicación oral y escrita.
·        Para organizar y autorregular el pensamiento, las emociones y la conducta.
·        Expresión de pensamientos, emociones, vivencias y opiniones
·        El lenguaje como herramienta de comprensión y representación de la realidad.
   COMPETENCIA EN EL CONOCIMIENTO Y LA INTERACCIÓN CON EL MUNDO FÍSICO

·        Habilidad para interactuar con el mundo físico.
·        Habilidad para desenvolverse adecuadamente, con autonomía e iniciativa, en ámbitos de la vida.
·        Adecuada percepción del espacio físico en el que se desarrollan la vida y la actividad humana.
·        Mostrar espíritu crítico en la observación de la realidad y en el análisis de los mensajes informativos y publicitarios, así cómo unos hábitos de consumo responsable en la vida cotidiana.

COMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA
·        Participación, toma de decisiones, cómo comportarse según situaciones y responsabilizarse de las elecciones y decisiones adoptadas.
·        Comprensión de la realidad histórica y social del mundo, su evolución, sus logros y sus problemas.
·        Análisis multicausal y sistemático para enjuiciar los hechos y problemas sociales e históricos y para reflexionar sobre hechos y problemas sociales e históricos y para reflexionar sobre ellos de forma global y crítica.
·        Habilidades sociales que permiten saber que los conflictos de valores e intereses forman parte de la convivencia.

COMPETENCIA CULTURAL Y ESTÉTICA
·        Conocer, comprender, apreciar y valorar críticamente diferentes manifestaciones culturales y artísticas.
·        Habilidades de pensamiento, perceptivas y comunicativas, sensibilidad y sentido estético para comprender, valorar, emocionarse y disfrutar.
·        Reelaborar ideas y sentimientos propios y ajenos, encontrar fuentes, formas y cauces de comprensión y expresión.
·        Poner en funcionamiento la iniciativa, la imaginación y la creatividad para expresarse mediante códigos artísticos.

COMPETENCIA PARA APRENDER A APRENDER
·        Ser capaz de continuar aprendiendo de manera cada vez más eficaz y autónoma de acuerdo a los propios objetivos y necesidades.
·        Disponer de un sentimiento de competencia personal, que redunda en la motivación, la autoconfianza y el gusto por aprender.
·        Utilizar la atención, la concentración, la memoria, la comprensión y la expresión lingüística.
·        Habilidades para obtener información y para transformarla en conocimiento propio.

COMPETENCIA EN AUTONOMÍA E 
INICIATIVA PERSONAL
·        Capacidad de elegir con criterio propio, de imaginar proyectos, y de llevar adelante las acciones necesarias para desarrollar las opciones y planes personales.
·        Habilidad para reelaborar los planteamientos previos o elaborar nuevas ideas, buscar soluciones y llevarlas a la práctica.